Comics que nadie lee/Para un publico que no existe

Saturday, November 10, 2007

HISTORIA PERSONAL DE LOS COMICS ( I )





Dónde empieza todo ? Cómo explico ( cómo ME explico ) esta condición crónica y permanente que me une al COMIC ? Cuáles son mis recuerdos más antiguos asociados a esta adicción ? Mi memoria puede retroceder, creo, hasta 1965, y me veo a mí mismo fascinado/perturbado por los
viejos cortos de animación que transmitía la TV de aquella época, aún sin doblar al castellano.
Mi favorito era Popeye, y nunca existió superhéroe que le hiciera sombra. Recuerdo haber asistido a una fiesta de carnavales ( 1966 ?) en un disfraz de Popeye que incluía una "lata de espinacas"
( una lata vacía de leche Gloria, con una nueva etiqueta fabricada por mi viejo ) y una genuina pipa artesanal como la de Popeye, un trozo de coronta de choclo, atravezado por una cañita de bambú, cortesía de mi tío F. , coleccionista de pipas. Los otros cortos que me secaban el seso eran los de Betty Boop, y unos extraños dibujos animados infestados de ratones demenciales e hiperkinéticos, creados por Paul Terry a finales de los años 20 ( eso lo supe dos décadas después ) , y que han tenido una gran influencia en el estilo gráfico de Kim Deitch ( aleluya ) .
Sin separarme un instante del televisor, y sin afectar mi ración diaria de dibujos animados
( insuperables sustitutos para el afecto en toda infancia disfuncional...un poco antes de las sustancias ilegales ) , mi temprana obsesión por dibujar me llevó a los comics, al material impreso, al objeto de papel con imágenes que podía observar durante horas, a diferencia de los
breves y fugaces dibujos animados. Pero en el fondo era la misma sustancia, la misma droga
visual : los CARTOONS. Tendría yo no más de siete años y recuerdo haber acumulado, durante las vacaciones de verano, una cantidad de comics equivalente a una pila de papel de mi propia estatura. Y es posible que la mayor parte de esos comics fuera un ejemplo de mi preferencia por el estilo caricaturezco de dibujo. De los dibujantes "realistas," sólo Jack Kirby mereció mi atención infantil. Puede alguien creer que los dibujos de Kirby, fascinándome como me fascinaban, me daban miedo ? Había algo terroríficamente dramático en las expresiones faciales, sobretodo, y en el lenguaje corporal de sus personajes. Algo que percibo y aprecio hasta hoy, y sólo con un poco menos de temor.
Es totalmente cierto que la televisión, los dibujos animados y los comics fueron mi refugio emocional durante la infancia. Mi dependencia de la Caja Mágica ( jamás se me habría ocurrido
llamarla "boba" ) era tal, que todo lo que "sabía" del mundo venía de la televisión. El mundo
existía en la televisión. Y si comparamos la televisión de entonces ( años 60 y 70 ) con la TV, el
cable y el DVD de hoy, el mundo que yo conocía era minúsculo. Pero era todo lo que tenía. Mis dibujos animados, mis series cómicas y mis películas antiguas ( era un niño MUY raro ) . Es decir, Hollywood. Soñaba con hacerme adulto para usar uno de esos trajes bolsudos, de solapas anchas y pantalones con pliegues que usaba Robert Mitchum. Y un sombrero Fedora. Y aunque aquellas películas de los años 40 y 50, que veía en estado de pre-hipnósis, presentaban un mundo "noir," duro y cínico, era Hollywood. Fantasía y estilización ( y eso que todavía no había visto los musicales de Busby Berkeley--ahí sí me habría pasado de vueltas ) . Las películas de finales de los 50, las películas y las series cómicas de los 60, norteamericanas, por supuesto, formaban un continuo estético con mi comicteca personal. Era un televidente atento y discriminante, sabía lo que me gustaba y lo que no soportaba y era igualmente exigente con mis comics. Muy temprano descubrí que los comics solían llegar a nuestras manos en dos versiones : las ediciones traducidas al castellano, las más populares, las que los mayores de 40 recordamos con cariño. Las de Editorial Novaro, de Méjico. Con frecuencia estas versiones no sólo estaban traducidas "al mejicano;" parecía que, por alguna razón, los dibujos mismos eran re-dibujados, o calcados de los originales ( o de copias de los originales ! ) , con resultados deplorables. Pero si tenías suerte, o simplemente ojos para ver, podías encontrar en algunos lugares de Lima ( San Isidro, para ser más precisos ) ediciones originales, en inglés y obviamente con mejores valores de producción. Desgraciadamente, estos comics originales no aparecían con frecuencia, costaban más y no había una gran selección de
títulos. Aunque nunca me interesaron mucho los superhéroes ( por no decir "ni un carajo" ) ,
si lo único que encontraba era THOR o SPIDERMAN, y mamá estaba de buen humor, me los llevaba a casa. Mi favorito era DENNIS THE MENACE, seguido de ARCHIE ( se supone que era un comic para niñas, o "sissies" como yo, así que tenía que convencer a mi hermana de que se
lo comprara "para ella" ) . También tuve una época CHARLIE BROWN, pero eso si era caro. Sólo existía en formato de libro de bolsillo, así que tenía que esperar a que me regalaran uno por mi cumpleaños. Y finalmente, a falta de todo aquello, siempre podía volver a los cuates de Editorial Novaro. No hay que ser, mano...

IT'S THE END OF THE WORLD AS WE KNOW IT

Ediciones nacas de la Novaro, o gringas de Marvel ( bluajjjjj ) , los comics que siempre leí eran
99% de origen norteamericano. Excepción digna de mencionar : en el tercer grado de Primaria, cuando yo tenía 9 años, nuestra profesora de algo, Mrs. Wright, tuvo la subversiva idea de convertir las tardes de los miércoles en sesiones de lectura de las aventuras de Tintin. Tenía al parecer la colección completa hasta entonces ( 1971 ) , y en todo caso, suficientes ejemplares para que todos los niños de la clase nos mantuviéramos entretenidos. Aquel salón del tercer grado de primaria se convirtió, de facto, en el CLUB de FANS de TINTIN. No se habló de otra cosa durante años. Y eso que entonces no lo percibíamos, ni apreciábamos el gesto en lo que realmente valió, que una institución tan conservadora como nuestro colegio hubiera permitido esa idea. O es que nadie, que no tenía que enterarse, se enteró ? Sea como fuera, mi único 1% de
comic europeo estaba bien representado. No entraría en contacto con otros comics europeos hasta unos años después, cuando descubrí a Jijé y André Franquin, y a toda la realeza franco-belga de la "ligne claire," la "escuela de Bruselas" y la "escuela de Marcinelle."
Comic norteamericano + cine de Hollywood + cultura pop = mundo conocido. Todo lo demás era
"terra incognita." Pero el balance de ese paisaje familiar se alteraría en un sólo instante, en 1972, un año después del Tintin Fan Club, durante una de mis visitas de rutina a esas farmacias sanisidrinas en las que podía encontrar material de calidad. Recuerdo el lugar. La farmacia ya no existe más, creo que ahora el terreno que ocupaba en la Avenida Pezet forma parte de una de esas modernísimas estaciones de servicio. Pero en 1972 esa zona tenía todavía un aire tranquilo, un aire de barrio. Pituco, sí. Nadie es perfecto. Ya había comprado algunos comics ahí, anteriormente, y sabía lo que podía encontrar. Puedo recordar hasta el olor del papel y la tinta de los comics recién llegados. Ese día especial, el fin de algo y el principio de otra cosa,
caminé de frente hacia el "rack," esa especie de árbol navideño giratorio donde se exhiben libros y revistas. Debe haber sido un día de verano, muy soleado, porque mis ojos se tuvieron que acostumbrar a la oscuridad relativa dentro de la farmacia. Como si me hubiera orientado por radar, aparecí de pie, delante de la única cosa que podía importarme en ese momento :
MAD MAGAZINE.
"MAD"?
MAD MAGAZINE ?

Era una revista de tamaño standard, es decir, más grande que un comic-book. Y el triple de grosor.

MADPORLARREPUTAMADREMAGAZINE ?

Qué carajo era esto y por qué nadie me avisó ? Una revista de dibujos ( creo que antes de abrirla había absorvido su contenido por vía cutánea ) que se llama "MAD" ? Como "LOCO"?

Nunca antes la había visto, u oído nombrar.

MADPORLARREFUCKINGCONCHAMOTHERMAGAZINE ?

MAD en sólidas letras rojas, sobre un fondo amarillo cromo, rabioso y sin disculpas. La superficie amarilla de la portada estaba cubierta por muchos dibujos lineales pero muy fluídos, hechos con mano de dibujante "de verdad," y en un estilo realista pero no del todo. Representaban a personas haciendo cosas cómicas, como meter la mayor cantidad de personas en una cabina telefónica de las de antes, o cosas banales, como dejarse estar y nada más. Pero había algo, alguna idea que las unía, y no por capricho. Eran individuos, pero también eran una "escena." Una coherencia social, un propósito
colectivo. Y como efecto especialmente surrealista, sobretodo si era la primera vez que veías esto, en el centro de la imagen, flotaba la cara de un idiota. Lo serio-que-no-lo-era-tanto, unido a la cuidadosa y realista representación de lo cómico. Y eso lo podía percibir un niño peruano de diez años ? Sí pues, qué puedo decir ? Era la cagada a los diez años, pero esa revista tenía un poder especial que saltaba desde la portada con un efecto que ningún impacto visual convencional podía haberme producido antes. Nada más la portada ! Soy bueno para los nombres, y es una de las primeras cosas de las que trato de enterarme cuando veo un buen dibujo ( y un segundo más tarde, si es un mal dibujo ) : el nombre del autor. Era Norman Mingo. NO ME JODAN ! Hasta el nombre era raro ! Norman MINGO. Sonaba a DINGO, ese perro salvaje de Australia. O a RINGO, el outlaw del cine, o el
baterista de The Beatles. O a MING DEL PLANETA MONGO !! Norman Mingo ilustrando la portada de un número especial de MAD MAGAZINE. Aunque no fue el único, fue EL ilustrador de las portadas de MAD MAGAZINE. No recuerdo si manoseé la revista con morbo, delectación y lujuria mientras estuve en la farmacia, pero sí recuerdo perfectamente que al final de aquel día poseí, y fui poseído, por mi primer número de MAD MAGAZINE.
No sólo es que nunca antes había visto esa revista : nunca antes había visto nada que se le pareciera. Je. En sentido estricto sí, se parecía a todo lo que había visto antes, pero al revés.
MAD MAGAZINE era el gemelo degenerado del mundo conocido. Mi mundo de TV, dibujos animados y comics, había dejado de ser. MAD MAGAZINE me hizo verlo de otra manera, y de más de una manera.

Crecí con MAD MAGAZINE, durante todos los años 70, la última gran época de la revista. Este número especial de MAD, el que descubrí en 1972, fue doblemente importante para mí, por ser el primero y porque era un compendio de instantes en la evolución de la revista, de comic-book
a magazine. El hecho de que fuera un número especial hacía que el material publicado ahí sirviera como una especie de seminario sobre el tipo de humor, el peso cultural y hasta la orientación ideológica de la revista. Un "curso relámpago" sobre MAD MAGAZINE.
MAD SPECIAL #9, "The Nostalgic Mad," esa particularísima edición de 1972, echó a rodar la idea absolutamente genial de re-publicar todos los números de MAD COMICS, la versión original de la revista, que empezó a publicarse en 1952, e incluírlos como "bonus."
MAD COMICS fue obra de Harvey Kurtzman, uno de los editores que trabajaban para el famoso sello EC COMICS, de Bill Gaines. Kurtzman ya había sabido imponer su meticuloso y autocrático talento como editor de algunos de los títulos más reconocidos de EC COMICS. Cuando Kurtzman reclamó un aumento de sueldo a Gaines, éste le propuso, a cambio del aumento, que creara una publicación de humor satírico. MAD COMICS, un comic-book de 10 centavos y a todo color como el resto de publicaciones de la EC, fue un éxito original desde el principio. Su fórmula fue la de parodiar comics, programas de radio, publicidad, bestsellers y el acumulativo etcétera de mitos, artefactos y personajes que dieron forma a la cultura popular norteamericana de posguerra. Pero la sombra de paranoia y censura que empezó a acechar a la industria del comic-book desde finales de los años 40, pasó a ser una realidad de grandes patas y cerebro de hormiga. Para mediados de los 50, EC COMICS estaba fuera de la carrera. Su distribuidor nacional quebró, el Comics Code emasculó a todos los sospechosos de cometer actos creativos, y los intentos de Gaines por adaptarse a los nuevos tiempos conservadores fracasaron económicamente. Todos, excepto MAD COMICS. Fue entonces que Gaines tomó la decisión que lo salvaría y que haría historia : transformar el comic-book en revista. En 1955, a partir del número 24, pasó a llamarse MAD MAGAZINE y realmente creció, en formato y en sustancia. Convenientemente, el cambio colocaba a MAD MAGAZINE fuera del alcance del Comics Code, de manera que no tenía que someterse a la autocensura suicida que liquidó a los otros comic-books, y podía incluso atraer a un público más adulto, sin desatender al tipo de lector que ya tenía ganado. Se dice también que la decisión de Gaines estuvo motivada por la urgencia de no perder a Kurtzman, que había recibido una oferta tentadora de otra revista satírica. Si Gaines aceptaba convertir a MAD COMICS en una revista más sofisticada y creativamente más ambiciosa, Kurtzman se quedaba. Gaines aceptó y Kurtzman se quedó, aunque sólo hasta el número 28. Diferencias financieras terminaron separándolos de todas maneras. A partir del número 29, Al Feldstein, que trabajaba en EC COMICS desde los días de gloria y de
"truculenta joie de vivre," se encargó de las labores editoriales y piloteó a MAD MAGAZINE durante los siguientes 28 años.







MAD SPECIAL #9 . Me hizo adicto a MAD MAGAZINE. Seguía leyendo otros comics tradicionales ( BLONDIE,
PEANUTS, BRINGING UP FATHER...LUCKY LUKE, ASTERIX, COCOBILL, etc. ) pero era
una experiencia totalmente diferente a MAD. Los clásicos eran, en ese momento, el equivalente
a las visitas en casa de parientes a los que quieres mucho, pero son lo que son...parientes.
Exactamente como sucede con las relaciones familiares, tenía que pasar mucho tiempo, todo el
tiempo, para reconocer con admiración la importancia que tuvieron "los viejos" en la definición de lo que somos. Toda la herencia, todas las influencias, forman un paquete compacto al final, y a ellas volvemos, circularmente, en busca de inspiración. Pero de esas influencias hay algunas, o a veces una sola, que es la responsable de iniciarnos en la aventura personal. MAD MAGAZINE me hizo
pecar. Era el hermano mayor que me enseñó todo lo malo, sucio e impropio--todo lo útil,
necesario y divertido. El underground comic, que yo descubriría recién a finales de los años 70,
contenía toda la obscenidad, rudeza y crudeza que sólo podría empezar a asimilar alguien de
16 ó 17 años. MAD MAGAZINE puede parecer suave y gentil, por comparación, pero a los diez años es la justa medida de transgresión que uno puede manejar.
MAD SPECIAL #9. El bonus que traía ese número, engrapado a la revista principal, era el #1 del comic-book creado por Kurtzman. TALES CALCULATED TO DRIVE YOU MAD, era el título completo de la revistita. "Cuentos Calculados Para Volverte..." LOCO. Sucesivas ediciones
especiales de MAD MAGAZINE, a lo largo de los años, traerían los siguientes números del
comic-book original. Antes de los 70, posiblemente desde los años 50, Gaines recopilaba material ya publicado pero en otros formatos. Uno muy popular, y que supongo se sigue utilizando, eran los paperbacks, ediciones en libro de bolsillo ( como las novelitas "pulp" ) , con portadas hechas para la ocasión y con títulos compuestos ( The MAD Reader, Inside MAD, Utterly MAD, etc. ) .
Con el tiempo, fuí incluyendo esos libros en mi colección.



   ( no...no es "henry spencer...")


Si hay algo que me sorprendió de MAD MAGAZINE desde la primera vez, si hay un tabú fundamental contra el que descargó todo el calibre de su humor, fue El Cuerpo.
En MAD MAGAZINE El Cuerpo Liberado se paseó a sus anchas, en todo su desgarbado, velludo, sudoso, obeso/macilento, flácido, rijoso, flatulento y sexuado esplendor. Sin poder, o necesitar, recurrir a la procacidad o la pornografía, MAD MAGAZINE ( desde MAD COMICS )
hizo visible el cuerpo real y la enorme, neurótica, presión social para negarlo. Y para negar todo lo que aterraba a una sociedad hipócrita y represora. La Verdad, en el fondo, es siempre sucia, me estaba diciendo MAD, así como el cuerpo es sólo carne, huesos, babas y mocos. El primer nivel humorístico de MAD MAGAZINE le daba acceso y espacio a la risa automática, la mueca, la bufonada, pero habían muchos otros pisos, en los que la risa era la puerta a espacios más oscuros del ingenio. El papel que cumpliría ZAP COMIX a finales de los 60, fué cumplido por
MAD MAGAZINE en los 50. Ambas publicaciones de humor demandaron de la cultura de sus
respectivas épocas menos banalidad, menos conformismo, menos indiferencia.




Will Elder, Wally Wood y Basil Wolverton fueron mis artistas favoritos de MAD COMICS. Los tres tuvieron estilos de dibujo totalmente diferentes entre sí, y cada uno de ellos representó o
re-interpretó el cuerpo humano de maneras que sirvieron perfectamente al propósito satírico
extremo de MAD COMICS. Will Elder contribuyó esencialmente a establecer la personalidad de MAD COMICS a partir de su propio y personal sentido del humor, y que Kurtzman conocía desde los años de ambos en la escuela de arte. Las ideas de Kurtzman eran expandidas por el instinto de Elder para el humor visual, que se expresaba desde el dibujo en sí mismo, firme y barroco, hasta la creación del lenguaje MADiano definitivo, ese río incontenible de gags, nonsense y doble sentido. Si el comic norteamericano standard había evitado siempre alterar los límites del pudor y la higiene, Elder hizo de su desacato una causa personal. La humanidad que poblaba las viñetas de Elder sudaba, jadeaba, excretaba y lavaba su ropa interior. Tenía deseos sexuales y se atrevía a expresarlos sin elegancia. Lo sexual había sido tratado por los EC COMICS con un desenfado que no se conocía en el comic popular norteamericano, pero como sabemos, eso generó una contraofensiva conservadora que no paró hasta eliminarlos. Desde las páginas frenéticas de MAD COMICS, Elder desnudó las mentiras, incongruencias e inhibiciones del lenguaje popular y de las construcciones socio-culturales en las que ese lenguaje se originaba.
Un niño de diez años sintoniza a la perfección con el humor escatológico, y MAD COMICS lo dispensaba generosamente. Vulgaridad y sexualidad que estaban ausentes de la representación ( o caricaturización ) del mundo que yo conocía. Elder y Wood, estos dos en particular, con sus estilos gráficos diferentes, plagaban sus viñetas con una cantidad intoxicante
de información visual, significados y alusiones, como queriendo ponerse al día con todo lo que el
comic tradicional y el humorismo popular silenciaban de plano o disfrazaban con eufemismos.
Elder era un detallista obsesivo, creaba un extraño efecto de sobrecarga implosiva. Sus viñetas se leían, gráficamente, de afuera hacia adentro. Había que entrar y cavar en ellas. Hasta tuvo un personaje, Melvin Mole, que no parodiaba a nadie en particular ( haciéndolo perdurable ) y que fugaba de prisión cavando maniáticamente, con una cuchara, luego con un mondadientes y al final con un pelito que se extrae de la nariz. Melvin Mole era Elder, dedicándose con la misma fruición a dibujarlo todo, a no dejar pasar una idea, y éramos también nosotros, sus lectores, devorándolo todo con los ojos.
Elder enfatizaba lo feo, ridículo, desaseado ( nadie ha dibujado la mugre de manera más convincente que él ) y esa medida suya para la representación realista, sólo se hacía más perturbadora--y sucia--con la precisa dosis de caricatura.

Wally Wood--lo suyo no era el feísmo. En lo absoluto. Pero podía ser todo lo RARO que trabajar en MAD COMICS exigía. Kurtzman sabía bien por qué lo había elegido. Wood tenía una particular delicadeza y sensualidad para tratar las formas que dibujaba, una suave y tensa firmeza, muy limpia, casi marmórea, y que trabajaba en perfecta complicidad con la ofensiva ironía de Kurtzman. El hábil anatomista comprometía a sus chicas voluptuosas y galanes apolíneos en las más patéticas y anti-superheróicas situaciones que a Kurtzman se le podían ocurrir. Y se le ocurrían muchas. Todo el tiempo. En su paso de MAD COMICS a MAD MAGAZINE, durante la década de los 50, Wood perfeccionó, o tuvo un formato más cómodo para desarrollar, un estilo cada vez más limpio, que funcionaba perfectamente bien para darle vida REAL a la sátira kurtziana, dirigida desde siempre a revelar lo que Norteamérica ( y la cultura que ha exportado a golpes ) escondía debajo de su culto fanático al progreso, la eficiencia, el consumo y el espectáculo.

Basil Wolverton no colaboró con MAD COMICS tanto como parecería, pero la marca que dejó en
la revista los ha unido hasta casi volverlos sinónimos. La portada más recordada de la revista es uno de los dibujos más famosos de Wolverton : Lena the Hyena, originalmente la Mujer Más Fea
del Mundo. La portada de MAD COMICS ( # 11, mayo 1954 )  la presentaba como
La Chica Bonita del Mes para componer una parodia de las portadas de la revista LIFE (1) .
Wolverton sí profesaba la fe en lo Grotesco como ninguno : las deformaciones extremas de su caricatura casi podrían describirse como "gory," si no fuera por la ingenuidad inherente del humor wolvertoniano, sin asomo de crueldad. Su galería de caras y cuerpos de "freaks" es la visita por una tienda de disfraces y máscaras de carnaval. A pesar de las venas, encías, verrugas,
pelos, hinchazones y pellejos colgados ( y el grafismo, que hervía de tramas )  los monstruos de
Wolverton tenían, más que aspereza, tersura. Eran blandos, redondeados, sólo juguetes. Más que fealdad ( y feo es, mucho ) , lo de Wolverton es exagerado, en esa perfecta medida tan celebrada y casi de rigor cuando uno es niño. Es peculiar y al mismo tiempo lógico, que el estilo único de Wolverton sea tan del agrado infantil y a la vez haya sido reconocido como influencia por los mismos undergrounders. El "estilo zapatudo" de la primera época de Crumb le debe mucho, y la fluidez para representar volúmenes pulposos con esas tramas tan meticulosas y
tan características de ambos artistas.


Siempre he pensado que cada vez que se quiera observar críticamente las maneras como Norteamérica representa con imágenes su historia contemporánea, el trabajo de Robert Crumb, desde ZAP COMIX en adelante, va a estar siempre ahí arriba, en un lugar de preferencia, junto a otras imágenes célebres y definitivas ( y definitorias ) de SU siglo XX : las fotos de Dorothea Lange sobre la pobreza rural en los años 30; el beso del marinero y la enfermera, en la revista LIFE, señalando el fin de la Segunda Guerra Mundial; el asesinato de Kennedy en una película de 8mm.; la niña vietnamita bañada en napalm. Y definitivamente, el registro obtenido por MAD MAGAZINE durante más de medio siglo, de los usos más necios, las costumbres más vacías, los sueños más autodestructivos y las mentiras más veneradas del Imperio.

Después de MAD, las drogas no eran nada.
--Patti Smith

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(1) En 1946, Al Capp, el creador de LI'L ABNER, ideó un concurso para los lectores de la tira :
crear el rostro de Lena the Hyena, un personaje que era mencionado pero nunca visto
( "La Mujer Más Fea del Mundo" ) . El dibujo de Wolverton ganó a otros 500,000.  







8 comments:

Anonymous said...

Muchas gracias, Cairo, por compartir este encuentro inicial con los comics.

Justo el último sábado, un amigo que también ha vivido el período de bonanza de las historietas mexicanas, me comentaba (qué coincidencia con lo que señalas !!), me decía que las editoras "La Prensa" y "Novaro" de México comenzaron a copiar historietas gringas para evitar pagar regalías por las reimpresiones (tal era la avidez por la historieta, que no se preocupaban, si la lectoría se daba cuenta o no). También la gente de "Novaro" alteró los formatos (publicando en tres tamaños con la misma finalidad).

Es curioso lo que comentas de Kirby, porque tuve alguna experiencia similar... Recuerdo haber visto algunas cosas de Kirby en "Maxisol" de Novaro y eran dibujos que intimidaban... Recuerdo uno de una especie de ser enano cabezón que obligaba - como una especie de alien - a los seres humanos a ser su transporte colocándoles una silla en los hombros... En esa etapa, en que la realidad y la fantasía no es muy clara y agregando los inicios del aprender a leer, ver algo así no podía más que poner los pelos de punta...

Excelente presentación de "Mad" (¿no sería posible ver tus textos publicados como fanzine, Cairo?... Me apunto con esa lectura !!). Sólo tuve oportunidad de ver un "Nostalgic Mad" y era desopilante. De una viñeta a otra, podían pasar las cosas más estrambóticas y delirantes (recuerdo una historieta de "Frank S. Tein" dibujada por Bill Elder o W. Wood, donde, al final, el monstruo terminaba siendo un Adolfo Hitler que se iba volando, porque le habían colocado un cerebro de pájaro... "Mad" dejaba la sensación de que cualquier cosa era posible en la historieta...

Ya seguiré con los comentarios y preguntas. Un abrazo,


Raschid

Cairo said...

Yo que pensaba que escribiendo en un blog, más gente me leería ! Gracias, Raschid. Y a propósito, esa parodia de Frankenstein fue dibujada por Elder. La recuerdo también por el hecho de que se tratara del monstruo de Frankenstein, justamente en el momento en que pasaba por mi "fase monstruo;" estaba fascinado con todo lo que tuviera que ver con ellos. Tenía esos modelos de plástico para armar y pintar, de La Momia, Jekyll & Hyde, el Monstruo de la Laguna Negra, etc. y coleccionaba la extraña Famous Monsters, de Forrest Ackerman.
"MAD dejaba la sensación de que cualquier cosa era posible en la historieta." Claro ! Por eso es que produjo el efecto que produjo en las generaciones de undergrounders que vinieron después. Y en nuestra generación, la misma reacción que tuvimos al descubrir el trabajo de Crumb. Exactamente la misma !

un abrazo, mi estimado

Anonymous said...

Ja, Cairo, mi alusión al fanzine era a poder contar también con una versión impresa de tus artículos (trataré de no ser tan holgazán e imprimirlos yo mismo...je).

Hey, no sabía el dato de tu devoción temprana por Forrest J. Ackerman, un eslabón perdido entre la cultura popular de la "pulp fiction" y la cultura fanzinerosa (creo que llega a cartearse con gente vinculada al círculo de Lovecraft). Además creo que sigue vivo (debe haber hecho algún pacto con algún criatura oscura...).

Recuerdo que ya sólo llegué a chequear algunos "Famous Monsters" en la librería del Centro Comercial "Todos" (por el puente de Corpac y al costado del Alfonso Ugarte) que tenía revistas y comics en inglés. La recuerdo bien, porque tenía también álbumes de Frazetta con sus ilustraciones alusivas a Conan y al género de espada y brujería. No era fanático del género, ni compré nada (la propina, si la había, jamás hubiera alcanzado) pero para un niño, terminaban impresionando las carátulas de la revista de "Forry" o los dibujos de Frazetta.

Creo que con tu artículo sobre "Mad" me queda mucho más claro tu predilección por la corriente "underground" debido a todas las posibilidades que puede dar el comic como tal. Además, comprendo mejor tu bronca con malos trabajos en este género (sospecho que la interrogante detrás de la bronca es: "Si se tiene toda la libertad que da el comic no-oficial, no-mainstream, por qué terminan haciendo historietas tan malas !!!").

En este sentido, Cairo, ¿consideras que también se pueden destacar algunos trabajos de historietistas, que aún bajo los parámetros de la industria, pueden hacer una propuesta propia? ¿O te parece que esto es posible, aunque en menor valía, ya que, en muchos casos, se termina obteniendo una criatura amorfa? - es decir, creaciones que no pudieron desarrollarse plenamente, casualmente por las limitaciones de la industria -. Se me vienen a la mente, los casos de Eisner y su Spirit o Carl Barks y su Donald en medio de las fauces de Disney (ojo, no considero sus trabajos como parte de la "criatura amorfa"... caray, ya parece esto un relato para "Famous Monsters").
Nos vemos,


Raschid

Cairo said...

Hola, Raschid !
Y en realidad, como ya lo conté antes, la idea original era que VLTRA!COMICS fuera una publicación impresa, más DE comics que SOBRE comics, es decir, debía tener una columna de crítica y comentario, pero ser básicamente el lugar donde pondría mis comics. Pero el blog me está malcriando, es tan fácil dibujar, scanear y publicar que ya me estoy olvidando de lo otro...Además, quién pagaría 3 soles por un zine fotocopiado pudiendo leer un blog ? Yo sí, pero yo estoy mal...
No he sido un seguidor acusioso de Ackerman, en realidad, pero como devoraba su Famous Monsters, se me hizo familiar. Pero lo principal era la revista, y de la revista, el "look." Su diseño era tosco pero espectacular (?) como los viejos trailers de películas B de los 40 y 50. Ese diseño se mantuvo coherente todo el tiempo, siempre tosco y siempre espectacular. Y ya que lo mencionas, no tengo ningún afecto en absoluto por el arte y la literatura fantástica, oculta o sobrenatural ( pensando en Lovecraft, por ejemplo ) aunque sí puedo hacer alguna excepción, ahora que lo pienso, cuando se trata del arte fantástico "arcáico," el de los viejos "pulps" de ciencia ficción primitiva. Es todo lo que me interesa de la ciencia-ficción : las viejas portadas. A propósito, Elder hizo una extraordinaria parodia de aquellas portadas para un artículo publicado en un número de PLAYBOY, de 1959, ó 1960. La voy a poner en el blog.
La vieja librería ABC, en el Centro Comercial TODOS, de San Isidro, claro que la recuerdo. Era el paraíso. Ahí compraba mis Famous Monsters y los paperbacks de Charlie Brown. Me pasaba horas ahí, no sé por qué nunca me botaron.
Es posible la existencia de una obra personal dentro de los parámetros de la industria ? Sí, en el sentido de que no todo es Garfield. Con lo que estoy diciendo que, si hay alguien en la industria que proclame ser creativamente libre, es sólo consuelo de tonto. En toda su historia han existido ejemplos de comics extraordinarios y hasta geniales, y simplemente no era posible ninguna alternativa a la industria. Cualquier cosa que se creara sólo podía existir encerrada en esos límites, o sea que, aún lo más logrado y ejemplar del comic histórico tiene que resignarse a reconocer que su obra nunca fue 100% personal. Alguien estaba pagando por eso, y esperaba retribución por su inversión. Así de sencillo. Esa ha sido la realidad del comic hasta 1968. El mundo del comic cambia radicalmente en ese momento y SOLO en ese momento, no hay un instante liberador que se le compare, en ninguna otra parte del mundo, y todo se reducía a algo "simple :" cortar límpiamente con la industria, el dinero, el mercado y el público. La autopublicación creó la noción de comic como forma de arte. Antes de ella sólo se puede hablar de "noveno arte" por idiotez u oportunismo. Después de 1968, el verdadero talento creativo, el "espíritu" de los McCay, Herriman, Caniff, Eisner, Gould, o incluso Kirby, es casi imposible de encontrar en el mainstream, por una cuestión de evolución del medio ( el creador de comics cada vez más, con o sin razón, sabe explicar satisfactoriamente por qué se considera a sí mismo un "artista" ) y porque la industria se ha venido abajo. Es sólo un fragmento de lo que fue, en términos económicos, y siendo como fue, lo económico, su razón de ser, es una industria que talvez esté viviendo sus últimas décadas.

Anonymous said...

Después de leer tus últimas líneas, Cairo, tengo la impresión que se puede establecer una analogía entre el comic y el rock y su relación con los años 68 y 67 para el corte que estableces en ambos casos (de repente, estoy especulando innecesariamente). Es decir, estableces un corte en el rock para el 67 y otro tanto, para la historieta en el 68... Ahora bien, ¿qué supone considerar esta interpretación? Aunque me parezca polémica, es muy plausible. Es decir, como consecuencia de lo que señalas, ¿para qué gente metida en historieta (o rock - o viceversa -) iba a ingresar a la industria, si tenía todo el campo libre fuera de él?... Por tanto, ahora quedaba mucho más claro que si se aceptaba ingresar a la industria, era por lucro y punto y que no vengan a barajarla con el slogan de "arte" o de "mayor difusión"... Caray, qué feo suena esta consecuencia última.

Creo, además, que tu posición se sustenta aún más teniendo en cuenta, por ejemplo, que Marvel se desarrolla con la labor de Kirby y Ditko, principalmente, entre el 61 y el 63 (y estaría cerrando todo un género y una industria antes que continuarlo y llevarlo a otros rumbos).

Como mencionabas las carátulas de viejos números de ciencia ficción, aprovecho para mencionar a un ilustrador, Virgil Finlay, del que sólo pude ver algunas cosas en una revista llamada "Fantaciencia" que se dedicaba a retomar el género de cf (era creo una publicación italiana traducida al español), pero lo más interesante era que retomaban imágenes y carátulas de obras "pulp" y allí pude acercarme a algunos trabajos de Finlay.

Hasta el próximo comentario,


Raschid

andre sal y rosas said...

Cairo! por qué no hiciste un comic con este material? incluso son dos capitulos jaja

andre sal y rosas said...

es más, creo q incluso tiene banda sonora soy Andre por siaca :)

Cairo said...

Hola André ! Qué haces merodeando por este viejo blog semi-hundido ?
No creas que no se me ha ocurrido la idea de ver esto convertido en comic. Talvez en algún momento aparezca de esa forma. Lo del soundtrack, no sé. Puse algún video musical en el post ?

Si te interesa ( y así parece ) la experiencia morbosa de leer el blog, hace unos meses entraron unos patitas a "debatir" ( = insultos y pataletas ) conmigo. Está en el último post publicado ( "Conversando con Benjamín Corso" ). Me he divertido mucho haciéndolos renegar.

Saludos

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