Comics que nadie lee/Para un publico que no existe

Sunday, September 09, 2007

ALLA EN LA CARRETERA 61

Ann Charters, en su libro THE PORTABLE BEAT READER, una de las mejores y más abundosas antologías comentadas sobre los escritores de la Beat Generation, autor por autor, incluyendo a las escritoras  que compartieron tiempo y pasiones con los muchachos de una pandilla literaria que, en tiempos más lúcidos o políticamente correctos, ha sido con frecuencia acusada de sexista, le dedica un espacio respetable a Bob Dylan, como artista popular influenciado por el espíritu BEAT. Esa misma
asociación Dylan-Beats se suele encontrar en otros autores que conectan la importancia de Dylan en la evolución del rock'n'roll con cómo los efectos de la Beat Generation excedieron los límites de lo estrictamente literario. Sin embargo, los argumentos que supuestamente apoyan la existencia de ese vínculo son invariablemente los mismos y los más frágiles : BLOWIN' IN THE WIND  y  THE TIMES THEY ARE A-CHANGIN,' dos  canciones de una época en la que Dylan todavía no se acercaba a manifestar plenamente su
talento para la ironía, la abundancia de imágenes oníricas y evocadoras, la insinuación en lugar de
las proclamas y un humor ácido que parecía destinado a explotar con el chirrido áspero del r'n'r. Dos
canciones complacientes y juveniles que Dylan conserva en su repertorio más con cariño que con
orgullo. Dos canciones que, según mi parecer, deberían ceder su lugar en esas antologías de poesía
beat a una que sí representa a Dylan como heredero de Ginsberg, Corso y Ferlinghetti :

HIGHWAY 61 REVISITED ( del disco homónimo, 1965 )
La verdadera Carretera 61, que cruza los EE.UU. desde Nueva Orleans en el sur hasta casi la
frontera con Canadá, pasa por Duluth ( Minnesota ) , la ciudad donde Dylan nació. Si la simple
idea de hacer de una carretera cualquiera la protagonista de una canción de "folk-rock," en los
años 60, fuera suficiente para asociarla a la mitología BEAT, abundarían los ejemplos. Todo el
rock'n'roll de esa década, especialmente el norteamericano, todavía glorificaba en alguna medida
el paisaje rural, los enormes espacios abiertos, las rutas ferroviarias y el romántico llamado de la carretera. Jack Kerouac la dejó establecida como el gran símbolo ( y talvez el último ) de libertad individual y de aventura solitaria en su novela ON THE ROAD.  Dylan iba a decir muchas cosas
sobre la cultura popular de su país sólo con la elección de aquella carretera en particular. Robert Shelton, el crítico musical que ayudó con sus comentarios a la carrera naciente de Dylan, dijo :
"Una gran porción básica de la cultura americana transitó por esa carretera (...) En su adolescencia, Dylan viajó por esa ruta a través de la radio...La Carretera 61  se convirtió, creo yo, en un símbolo de libertad para él, un símbolo de movimiento, un símbolo de independencia y una oportunidad para escapar de una vida que no quería en Hibbing." Eso habría sido cierto para el jovencísimo Bobby Zimmerman así hubiera elegido cualquier otra carretera pero, como dijo Shelton, muchas cosas que ejercieron influencia en la música popular tuvieron en la 61 un escenario de leyenda. Muchos en el oficio musical se han referido a la Carretera 61 como la
"Blues Highway," por su ubicación en el delta del río Mississippi, fuente originaria del blues, y tema de varias canciones compuestas por bluesmen famosos y oscuros. Así como Kerouac y otros autores de la Beat Generation integraron a sus modos de expresión la velocidad y espontaneidad del Be-Bop ( "prosodia bop," la llamó Ginsberg ) , Dylan hizo lo propio, cargando en su memoria creativa con el folk, el blues y ese pariente poco recomendable de ambos, el
rock'n'roll. De la poesía beat, Dylan asimilaría su técnica caleidoscópica para desarrollar una visión más intensa de la realidad, y ese es el principal aporte de Dylan en la transformación del folk, primero, y del rock'n'roll a continuación, y para siempre. El efecto que produjo en sus colegas en ambos géneros, al escuchar algunas de sus composiciones, era que automáticamente los había vuelto obsoletos.
En HIGHWAY 61 REVISITED, un galopante rock'n'roll de 3 minutos y medio, Dylan dibuja una
imagen panorámica, cómica, desproporcionada y de alusiones oblicuas al tipo de tensiones culturales, estados de ánimo y ansiedades espirituales que la Beat Generation tradujo en poesía.
El humor de Dylan, una de sus armas más inteligentes, hacen que esta canción merezca el reconocimiento como parte de esa tradición poética, por los referentes mencionados y por su particular construcción abierta, sin el sentimentalismo adolescente y la fácil claridad de propósitos de BLOWIN´IN THE WIND  y  THE TIMES THEY ARE A-CHANGIN.´

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Este clip encontrado en YouTube ( dónde más ?)  recoge una deliciosa versión alternativa a la que aparece en el disco oficial. Dura talvez un poco más de tres minutos y medio, hay ligeras pero agradables diferencias instrumentales y el fraseo de Dylan no es totalmente compacto como en el disco ( aunque esta es una grabación de estudio, o sea que debe estar en algún disco recopilatorio) . En el clip los acordes finales no se disuelven hacia el silencio, como es común, pero
al menos el "texto" ( cinco estrofas )   está completo. De nada.











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